El arranque de la temporada es de lo más esperado, pero lo que se lleva la palma es el viaje que hacemos a la playa para jugar el torneo de verano, ya que es el colofón a una temporada larga, con mucho trabajo y esfuerzo y que merece un broche de fútbol sala «relajado».
El primer torneo al que acudimos fue a Luarca en 2018 y desde entonces es una fecha que está marcada en rojo en nuestro calendario.
Para que no sea un coste extra para las familias buscamos la facilidad de la venta de papeletas para un sorteo con el organizador del torneo, y así las familias pueden costear a coste muy bajo el viaje.